Debajo está el relato de toda la situación de esta hermosa joven infiel putita de 18 años de Puerto Rico y su cuñado también puertorriqueño.
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La primera vez que conocí a mi cuñado fue cuando viaje a Puerto Rico para bautizar mi sobrino. Nunca lo había visto por que mi hermana se caso con el yo viviendo por Estados Unidos. Mi hermana me sugirió que me quedara en su casa por que era mas espaciosa que la de mis padres. Así lo hice! Le dije a mi hermana que me quedaría en su casa los 15 días que había tomado en mi trabajo para bautizar a mi sobrino. Mis vacaciones coincidieron con las vacaciones que mi cuñado había tomado para bregar con lo del bautismo. El primer día me levante muy temprano para desayunar con mi hermana y esposo. En la mesa me entero que a mi hermana le habían dado en su trabajo solo tres días. Mas bien que yo estaría a solas con mi cuñado y el bebe (futuro ahijado) todo ese tiempo. Es un hombre que mide mas de seis pies de alto, ancho, espalda amplia, en fin un buen mozo. Ese día compartimos muchísimo.
Mi hermana me había mencionado que ella llegaba de su trabajo como a las 6 de la tarde. Pues como a las 4 me fui al tomar mi baño por quería estar lista para salir con ambos a cenar. Cuando salí del baño ya mi cuñado se había duchado y se encontraba dándole el biberón al bebe sentado en el sofá de la sala. Wow, estaba sin camisa y en pantalones cortos. No pude disimular y observarlo todito. Sus pechos, sus piernas, sus muslos y pantorrillas anchas. Que hombrote tenia de frente. Me senté cerca de el para acariciar a mi sobrino y pude notar el gran bulto que se pronunciaba en su entrepierna. Me puse media cachonda y quería saber hasta donde podía llegar Alberto. Me pare del sofá y le pregunte que si quería algo de la cocina ya que iba a buscar algo para tomar y este me dijo que gracias pero estaba bien. Aproveche y comencé a caminar hacia la cocina meneando mis grandes nalgas mas de lo usual. Yo sentía que me miraba y no pude aguantar de mirar hacia atrás, cuando lo hice, efectivamente, estaba mirándome el trasero. De inmediato volteó la cara y siguió dándole el biberón a mi sobrino. Me dedique esa tarde a darle unas buenas vistas de mi gran trasero. Caminando, bajándome a recoger cosas que intencionalmente dejaba caer, me quedaba en poses sugestivas, estoy segura que si le gusto mi trasero lo que le di fue un manjar de exposiciones a su mente y cerebro para que se hiciera una buena jalada a mi nombre.
Dieron las 6 de la tarde y llego mi hermana. Fuimos, cenamos y tomamos unos traguitos. Cuando llegamos ya era tarde. La joven que se había quedado a cuidar el bebe se fue de inmediato y mi hermana se fue a dormir rápido por que trabajaba en par de horas. Mi cuñado y yo nos requedamos conversando en la cocina. Después de varios minutos nos despedimos, el se quedo en la sala viendo tv y yo me fui a mi cuarto, quería tomar una ducha antes de dormir. Tome la ducha, me puse unos cortitos de nylon y una camisilla sin nada mas debajo y me acosté en la cama. Como a la media hora tenia una sed terrible así que fui a la cocina a tomar algo. Ya se encontraba todo apagado menos la luz de la sala. Me aligere un poco por que tal vez se encontraba mi cuñado aun despierto y cuando voy de camino por el pasillo escucho un chorro fuerte que salia del baño de visita. La puerta estaba semi abierta y tenia que pasar por allí para llegar al la cocina. Cuando pase, mire y allí estaba Alberto orinando con sus pantalones casi en las rodillas. Ohhh quede tan impresionada, su pene estaba flácido, pero así era inmenso. Soltaba un chorro de orín tan fuerte, se veía gordo y medio morado, tenia que medir como de ocho a nueve pulgadas así flácido. Tuve que quedarme a mirarlo con precaución el tiempo que mas pudiera. Cuando termino se sacudió aquella vergota de un lado hacia el otro que aquel movimiento se me quedo grabado en mi mente. Que pinga tan grande y gorda. Tan pronto comenzó a subirse los pantalones corrí hacia mi cuarto. Se me había quitado hasta la sed. Solo pensaba con aquella vergota. No pude evitar tocarme a nombre de mi cuñado esa noche.
En la mañana me despertó el motor del carro de mi hermana. Tan pronto escuche que se había marchado comencé a maquinar que podía hacer para atraer a mi cuñado. Abrí un poco la puerta, me quite toda la ropa, me acosté boca abajo y solo me tape una de mis nalgas. Pude oír pasos en el pasillo y estaba segura que era mi cuñado ligandome a través de la puerta. Odia escuchar su respiración aligerada, estaba segura que se estaba masturbando. Me movía de todas formas dejando que mi inmenso trasero quedara descubierto. Así estuve como 15 minutos, mas bien hasta cuando lo escuche irse a su cuarto. No podía dejar de pensar en la verga de mi cuñado Alberto. Me fui a caminar al parque, a ejercitarme y a tomar algo de sol. Cuando llegue a la casa fui directo al baño a ducharme. Me quite la ropa sucia y la metí en una mochila que tenia para eso. Cuando termine la ducha olvide la mochila en el baño y me fui a recostar un rato. Wow dormí como 4 horas, fui a tomar algo y a buscar la mochila al baño. Para mi sorpresa encontré la mochila abierta y la ropa sucia no se encontraba como la había dejado. Mis panties se encontraban en el fondo de la mochila debajo de todo. Cuando los saque estaban mojados, toda la parte donde queda mi chocha y ano estaba mojada. Lo toque y era algo espeso por áreas. El olor era de semen. Mi cuñado tenia que ser, allí no había mas nadie. Me dio coraje, quería gritarle lo desgraciado que era y decirle a mi hermana. Pero no pude, me puse los panties en mi nariz, me gustaba el olor a leche. Me sentía mojada y caliente, pensar nada mas que mi cuñado se hace la puñeta en mis panties sucios me excitaba. Me masturbe con mis panties. Me frotaba fuertemente, quería que mi chochita conociera el semen de Alberto. Que orgasmo tan fuerte, ohhhh. Desde ese día lo hacia con toda la intención. Dejaba mis panties sucios donde mi cuñado los pudiera ver. Y no fallaba, siempre que corría a buscarlos me encontraba con su semen. En una ocasión, me bañe, salí del baño, deje mis panties en el piso y salí por 10 minutos al colmado. Tan pronto llegue fui al baño y Alberto se encontraba adentro. Tardo como 5 minutos y cuando salio lo mire y pude ver que todavía llevaba un bulto grande en su entre pierna. Me saludo y no se detuvo, siguió caminando hacia el patio. Yo aproveche y fui a buscar mi regalo y wow, que clase de corrida se había dado. Aun estaba caliente y espesa. No pude aguantar y le pase el dedo recogiendo lo mas que podía y lo lleve a mi boca. Mi chocha comenzó a palpitar y mi clítoris duro pedía que lo acariciara. Me senté en el toilet y me frote el clítoris era un rió lo que bajaba de mi vagina. Me metí uno, dos y luego tres dedos con fuerza y velocidad aaaahhhhhhhhhh en menos de tres minutos ya había llegado a un orgasmo. Estuve varios días haciendo lo mismo, dejaba mis panties sucios en lugares donde mi cuñado Alberto pudiera encontrarlos, me los dejaba llenos de semen y yo corría a olerlos, lamer la leche y masturbarme. Un día me estaba bañando con la puerta abierta con toda la intención de que Alberto me ligara y me sorprendió lo que sucedió; tocaron en la puerta y cuando pregunte quien era, el me dijo soy yo chica, Alberto, por favor puedo entrar rapidito al baño? es que no llego al otro. Y yo con naturalidad le dije; entra, entra en confianza chico. Entro casi corriendo se paro frente al toilet, se bajo el zipper y saco aquel pene inmenso. Aquello cayo colgando, pero gordo, bien grueso, venoso y morado. Yo abrí la cortina de la ducha lo mire a la cara, le mire el pene y lo mire a la cara de nuevo y le dije; wow papi, que bien come mi hermana. Erre la cortina y le pregunte desde adentro; ella puede con todo eso? No me contestaba y de pronto abrió la cortina y se encontraba desnudo. Oh que hombre, que pinga inmensa, el grosor era lo mas que me llamaba la atención. Soy una mujer de un gran trasero. Mis nalgas blancas, redondas y bien paradas es mi mejor atributo. Y a eso se dirigió Alberto. Se bajo, me puso de espaldas y de esa forma me abrió las nalgas y comenzó a comerme el culo y la chocha. Me metía la lengua en el culo y en mi cosita. Me abría las nalgotas y metía toda su cara y después apretaba mis nalgas. Seguía estrujándose toda la cara en mi grandes nalgas, en mi culo y chocha. Me dijo que me inclinara completamente, que tocara el piso con ambas manos y que sacara la panocha para afuera lo mas que pudiera. Oh Dios, cuando me incline vi ese monstruo, que cosa mas grande, mas bien para mi era aterrorizante. El pene lo tenia bien parado. Aquéllo era gordo, bien venoso, estaba tan hinchado que parecía que iba a explotar. De tan tenso que estaba, brincaba de cada palpitación. Me dijo: Maritza mi amor, relajate bien mamita, te lo voy a empujar poco a poco hasta que las bolas te choque con la chocha Ohhhhhhhh sentía mi chocha estirarse como nunca. Se estiraba de ancho mientras sentía según lo metía pulgada tras pulgada. Cuando llego al fondo de mi vagina, estire mi mano para tocar cuanto bicho aun tenia afuera de mi chocha y wow puedo asegurar que aun tenia de 4 a 5 pulgadas por meter. Se detuvo al fondo de mi vagina y comenzo a darle puntazos a mi pared vaginal con la cabeza del pene. Mientras, yo me lubricaba la entrada de mi culito con mis propios jugos vaginales. Comencé a meterme uno y después dos dedos por el culo. Le daba un fuerte mete y saca, como si me estuviera culiando el culo con mis dedos. De momento mi cuñado Alberto se volvió como loco. Saco casi todo su pene, lo dejo por varios segundos afuera y de un solo empujón lo metió completo. Aaaaaaayyyyy que dolor, me molestaba, era gusto y molestia al mismo tiempo. Estaba dándome tan duro que casi me levantaba del piso. Comenzó a decirme suciedades;
El: Que buenas nalgas tienes mami, siempre he soñado con empujarte mi verga completa por ese culito.
Yo: Ayyy si papi que rico, cojeme por el culo papi, ponmelo pero suavecito papi. Avanza ponmelo en el culo que estoy por venirme y si me vengo no voy a poder aguantarte por el culo.
El: Ayy mami que buena tu estas, me gustan tus nalgas, blanquitas, te ves bien ancha mami, aaahhh que rica estas mami.
Yo: Papi que rico tienes ese bicho papi, lo tienes bien grande y duro. Me llenas bien cabrón papi. Ay que buen macho me estoy tirando. Nunca había sentido esto papi. Me estas estirando toda papi. Siento que se me estira pero bien fuerte. Aaaaayyyy así papi así, así mismo papi, me gusta mas ahí por debajo papi, ahi así papi así. Sigue dándome ahí mismo papi por debajo del cuello papi así que llegue a lo ultimo así mételo completo cuando me estés dando por ahí aaaayyyy ssiiiii papi que bicho estoy cerca papi. Estoy cerca me vengo papi, dame duro cabrón así puñeta aaaaaahhhh siiiiii ayyyyy coño papito que rico sigue coño. Ahhhhh ayyyy puñeta que haces??? Coño me duele!
Alberto metió dos dedos por mi culo y me alejo el orgasmo por el dolor. Creo que lo hizo con esa intención. Saco ese inmenso pene dejándome completamente vacía. Me sentía extraña, como nunca, quería seguir cogiendo. Alberto me tomo de la mano y salimos del baño, me llevo hasta el sofa de la sala. Allí me acostó boca abajo en el brazo del sofá. Me beso el arito del culo y me introducía la lengua. Me sobaba mis grandes nalgas y se jalaba una puñeta suavemente mientras me seguía sobando mis nalgotas. Mi cuñado me dijo;
El: Mamita, relajate ok. Te lo voy a empujar suavecito.
Comenzó a darme azotes con el pene duro y palpitante en las nalgas. Me lo pasaba por el culo y lo sacaba. Solo intentaba ponerme la puntita de la cabeza y lo sacaba.
El: Mamita no te trinques en ningún momento.
Yo: Aaaaaaaayyyyy cabron que dolor. Puñeta suave! Aaaaayyyy aaahhhrggg aaahhhhh ohhhhh Dios mio aaaayyyyy. Suave ya para para quédate ahí un ratito.
El: mamita solo te he metido como 4 pulgadas.
Yo: Papi es el grosor lo que me duele. Es el orto estirandose lo que me arde y duele.
El: Mami esto tienes que pasarlo rápido. Poco a poco te gustara!
Senti que con sus piernas me pincho las mias y tiro su cuerpo sobre mi. Metio sus brazos por debajo de los míos y me sujeto fuerte. Aaaaaaaaaaaayyyyy oooooohhhh por Dios me empujo casi todo el bichote por el culo. Comenzó a sacar y a meter el inmenso pedazo de carne por mis intestinos. Aaaahhhh que dolor, se me salia la orina de cada embestida. Sentía ganas de hacer la necesidad y el no paraba, solo me daba mas y mas verga. En una de esas embestidas se le salio el pene de mi culo y un poco de excremento se me salio. Me sentía mal pero sabia que a el le gustaba lo que veía. Ya sentía gusto y menos dolor. Quería sentir su pene adentro por completo. Le culeaba rápido, yo misma me enculaba ese pedazo de carne completo. Sentía su pene profundo en mis intestinos aaaaaaarrrrrgggg que fuerte estaba eso.
Comenzó a decirme;
El – Maritza mamita me voy a venir, aguantame mami que te voy dar duro. Ay coño me encanta tu culo mami. Lo tienes rico, me gusta mas que el de tu hermana. Lo tienes bien apretaito mami, me aprietas el pito bien cabron. Tu culeas mejor que tu hermana. Ahhhh puñeta Maritza que rica tu estas, te voy a llenar ese culo de leche mami ayyy si cabrona me estoy viniendo ahhhhhh ahhhhhh aayyyy si mami siii que rico Maritza que rico tienes el culo mami.
Yo – Si papi este culo es tuyo papito. Suavecito, sacalo suavecito papi que me duele.
Por mas que le dije que lo sacara suave, saco ese morcillon completo de un tirón. Por mas que apreté mi ano, siempre se me salio un buche de mezcla de semen. Y según caminaba hacia el baño. Alberto se reía y a mi se me caía la cara de vergüenza. Nos metimos a la ducha y nos dimos un rápido baño. Cuando nos estábamos secando, Alberto ya tenia de nuevo una semi erección. Que lindo se veía ese pingo. Es que como lo tiene tan grande, cabeza moradita, gordote y venoso, me daban ganas de pegarme a el rápido. El se lo imagino por que me pidió que se lo mamara. Comencé a chupárselo y a introducirme lo mas que pudiera de ese sable en mi boca. A penas me cabía poco mas de la cabeza. Termine sentada en el toilet, mirándolo a el pajearse ese pingote y yo dándome dedo en la chocha. Me vine rápido viendo aquel animal de bicho bien inflamado y morado. De momento un fuerte chorro de leche espesa choco mi nariz y boca, y otro mi frente y otro mi barbilla y otros dos de menos cantidad en mis tetas. Wow mi cuñado es un semental.
He tenido varias relaciones con hombres mas calientes que mi cuñado, pero con ese penesote que tiene hace que cualquier mujer quiera tirárselo. Lo peor es que después que una prueba algo de ese tamaño, aunque tengas tu pareja, después de un tiempo, deseas tenerlo de nuevo, deseas tener nuevamente ese inmenso pene, grueso, firme, morado y bien venoso profundo, estirándote las paredes de la chocha o culo.
Desde entonces visitó con frecuencia a mi ahijado y de paso le doy unas tremendas cogidas a mi cuñado y me como esa pingota a mi antojo.
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