Sobrino se coje a su tía en el sofá y lo graban. Video porno casero amater + relato erótico imperdible!
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Video Porno Amateur Gratis : Sobrino se coje a su tía
Relato erótico Sobrino se coje a su tía
El reloj marcaba las 2:15 am de la madrugada, en hurtadillas abandono mi recamara y voy al cuarto de mis padres donde duerme mi tía, ya que mis padres están de fiesta, abro la puerta de la recamara y veo a mi tía una señora gordibuena de 45 años acostada de lado con una blusa de tirantes blanca, y su hermoso culo al descubierto, el cual lucía un rico calzón blanco de encaje, ya que ella me daba la espalda con cuidado camino hacia el borde de la cama, me hinco, arrimo mi cara a su rico y grande culo y comienzo a oler sus ricas nalgas, su rico culo, doy grandes jalones de aire para inundar mis perversiones con el rico aroma de su culo, mientras disfruto de su aroma mi verga se me pone erecta la saco de mi bóxer y comienzo a masturbarme mientras le huelo su culo, de repente despierta asombrada me ve se levanta de un brinco y me toma de la oreja y me dice.
Tía: ¿qué haces, estás loco?
Yo: Perdón tía es que me gusta mucho su culo bueno todo su cuerpo me prende mucho cuando la veo de forma libidinosa, todo mientras de la oreja me lleva a mi cuarto.
Cuando entramos a mi cuarto me avienta en el espacio que hay entre mi televisión y mi cama ella se sienta en mi cama quedando frente a mí, mirándome con cara de asombro y me dice.
Tía: Si he notado como me miras mi trasero, mis senos y tengo que confesarte algo, me excita muchos haces que moje mi ropa interior, por eso cuando vengo a tu casa me gusta usar ropa muy pegadita y no sé si a veces as notado que no tengo puesta ropa interior, o me pongo escotes muy sexys o faldas cortas me gusta cómo me miras ¿Cómo y que te gusta ver más de mí?
Yo: Tía me encanta ver cuando se pone sus mallas y se le marca su panochita bien rito, esos escotes que lucen sus ricas y grandes chichis, me encanta como se sienta frente a mi cuando tiene falsa puesta y me deja ver un poco sus calzones me encanta tía.
A ella se le podía notar lo caliente que mis palabras la ponían ya que podía ver como se le marcaban sus parados y enormes pezones en su blusa, también cerraba fuertemente las piernas y se acariciaba las piernas,
Tía: Para me tienes muy caliente.
En eso re recuesta en mi cama toda caliente se recorre hasta la cabecera, se recarga en ella abre completamente sus piernas dejando su rica puchita al descubierto con ese rico calzón de encaje que tenía puesto, me mira a los ojos y me dice.
Tía: ¿Te gustaría seguir oliendo mi vagina mi culo?
Yo: Si claro que si
Libidinosamente la miro con las piernas abiertas y comienzo a caminar a la cama, cuando ya estoy entre sus piernas comienzo a disfrutar del olor de su conchita, con mi nariz puedo sentir lo húmeda que ya está lo cual le da un sabor a un más rico para mí, después de oler su concha por unos segundo con un de mis manos hago a un ladito el calzón, con la otra la pazo por debajo de sus piernas y le agarro una de sus ricas nalgotas, y comienzo a chuparle la panocha, con la misma paciencia y delicadeza con la que me como mi helado predilecto, no lo podía creer mi legua estaba lambiendo la panocha rica y jugosa di mi tía, mientras se la chupaba con mis manos acariciaba sus senos, presionaba tenuemente sus pezones, lo cual la hacía gemir tan rico y fuerte que yo creo que los vecinos la escuchaban, me gala de mi pelo me mira y me dice mete la verga ya no aguanto cógeme cabron, yo tan obediente como siempre inicio a cogerla a meter mi verga en esa rica y estrecha panocha que apretaba mi verga tan rico que sentía la misma fuerza con la que yo aprieto mi verga cuando me masturbo, le metí la verga de ladito, de perrito cogimos tan rico esa noche que desde ese entonces mi tía y yo nos vemos cada fin de semana para coger.
Tía: ¿qué haces, estás loco?
Yo: Perdón tía es que me gusta mucho su culo bueno todo su cuerpo me prende mucho cuando la veo de forma libidinosa, todo mientras de la oreja me lleva a mi cuarto.
Cuando entramos a mi cuarto me avienta en el espacio que hay entre mi televisión y mi cama ella se sienta en mi cama quedando frente a mí, mirándome con cara de asombro y me dice.
Tía: Si he notado como me miras mi trasero, mis senos y tengo que confesarte algo, me excita muchos haces que moje mi ropa interior, por eso cuando vengo a tu casa me gusta usar ropa muy pegadita y no sé si a veces as notado que no tengo puesta ropa interior, o me pongo escotes muy sexys o faldas cortas me gusta cómo me miras ¿Cómo y que te gusta ver más de mí?
Yo: Tía me encanta ver cuando se pone sus mallas y se le marca su panochita bien rito, esos escotes que lucen sus ricas y grandes chichis, me encanta como se sienta frente a mi cuando tiene falsa puesta y me deja ver un poco sus calzones me encanta tía.
A ella se le podía notar lo caliente que mis palabras la ponían ya que podía ver como se le marcaban sus parados y enormes pezones en su blusa, también cerraba fuertemente las piernas y se acariciaba las piernas,
Tía: Para me tienes muy caliente.
En eso re recuesta en mi cama toda caliente se recorre hasta la cabecera, se recarga en ella abre completamente sus piernas dejando su rica puchita al descubierto con ese rico calzón de encaje que tenía puesto, me mira a los ojos y me dice.
Tía: ¿Te gustaría seguir oliendo mi vagina mi culo?
Yo: Si claro que si
Libidinosamente la miro con las piernas abiertas y comienzo a caminar a la cama, cuando ya estoy entre sus piernas comienzo a disfrutar del olor de su conchita, con mi nariz puedo sentir lo húmeda que ya está lo cual le da un sabor a un más rico para mí, después de oler su concha por unos segundo con un de mis manos hago a un ladito el calzón, con la otra la pazo por debajo de sus piernas y le agarro una de sus ricas nalgotas, y comienzo a chuparle la panocha, con la misma paciencia y delicadeza con la que me como mi helado predilecto, no lo podía creer mi legua estaba lambiendo la panocha rica y jugosa di mi tía, mientras se la chupaba con mis manos acariciaba sus senos, presionaba tenuemente sus pezones, lo cual la hacía gemir tan rico y fuerte que yo creo que los vecinos la escuchaban, me gala de mi pelo me mira y me dice mete la verga ya no aguanto cógeme cabron, yo tan obediente como siempre inicio a cogerla a meter mi verga en esa rica y estrecha panocha que apretaba mi verga tan rico que sentía la misma fuerza con la que yo aprieto mi verga cuando me masturbo, le metí la verga de ladito, de perrito cogimos tan rico esa noche que desde ese entonces mi tía y yo nos vemos cada fin de semana para coger.
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