Ella es Samanta y en estas 9 fotos vemos como cuando no tiene con quien follar, se mete los dedos y se masturba tanto la vagina como el ano.
Una rubia bien puta e insaciable que nos regala estas 9 fotos porno amateur!
En Chicas-Amateur.com.es puedes disfrutar de esta galería de fotos porno gratis, simplemente haz click en la pic elejida y se abrirá en ésta misma ventana! Porno Amateur Gratis!!!
Estábamos en la sala de su casa, sentados en el sillón, ella con el celular como todos los malditos días, en la televisión había algún programa basura, yo no podía dejar de verla, intentaba llamar su atención acurrucándome en sus piernas, besándola, abrazándola pero parecía que nada funcionaba, sinceramente ese día yo solo tenía ganas de volver a coger con ella, habían pasado meses desde la última vez, algunos días me hacía una mamada en el sillón, yo la masturbaba y tocaba sus hermosos senos, me encantaba hacerla gemir cuando los estimulaba con mi boca y mis manos, pero calentarla solo me hacía desear más volver a penetrarla. Ella estaba un poco subida de peso pero tenía una figura muy femenina que me encantaba, pensaba en todo eso mientras ella me ignoraba y así tuve una erección mientras ella se acostaba en el sillón, así que me acosté frente a ella, nos miramos unos segundos y comencé a acariciarla y antes de recibir otra negativa, me lancé a su boca y mordí con algo de fuerza su labio inferior, sentí como se sobresaltó, la tenía sujetada por la cintura y en vez de negarse me mordió con más fuerza y un brillo en sus ojos, le encantaba la competencia, subí mi mano hasta su espalda y la hice girar quedando sobre ella, seguí mordiéndola y besándola, pero ahora tenía mi mano derecha sobre su pecho, apretándolo más bruscamente de lo usual, ella respondió metiendo su lengua en mi boca y sujetando mi cabeza, me hizo girar para estar sobre mi y el juego continuó, ambos queriendo dominar al otro, así terminamos bajando del sillón y llevamos el juego a las paredes, la sujetaba de ambas manos y devoraba su cuello, ella luchó por soltar sus manos e intentó ponerme contra la pared, pero la llevé al sillón una vez más, esta vez yo estaba sentado y ella sobre mí, sujetando mis manos y besándome con mucha pasión, su saliva era helada, su piel ardía. Estaba lista. Me solté de ella y volví a acostarla, metí mi mano bajó su pantalón y comencé a tocar sobre su panti, intentó sacar mi mano pero la moví hacia mi pene, sintió el calor sobre el pantalón y no pudo resistir sacarlo, así nos masturbamos el uno al otro unos minutos hasta que la hice voltearse, ya no tenía voluntad para seguir "peleando" la puse en cuatro y bajé su pantalón hasta debajo de sus muslos, ver ese enorme y bonito culo frente a mi casi me hizo venir, pero aun quería disfrutarlo, comencé a masturbarla y cada uno de sus intentos por evitar que la viera directamente yo la hacía agacharse más, empezó a gemir e hice que sacara sus pechos, no podía verlos pero al tocarlos sentí sus pezones duros, yo moría por penetrarla ya pero antes tenía que someterla de verdad, la hice sentarse, su vagina chorreaba y ella me veía con lujuria, metí mi pene en su boca y la dejé hacer su trabajo, nunca lo había hecho tan bien y cuando la sacó para pedirme que ya le diera, que ya estaba muy caliente, no le hice caso yo volví a meter mi pene sin ninguna piedad, ahora estaba usando su boquita como su fuera una vagina pude ver en su cara un poco de miedo y mucha excitación, paré antes de venirme, la iba a hacer gozar.
Hice que volviera a estar en cuatro patas, volví a masturbarla hasta hacer que me pidiera verga, así lo hizo y yo ya estaba más caliente que un volcán, comencé a penetrar su húmeda y cálida vagina, ella me recibió con gusto y empezó a empujar sus caderas hacia mi, empecé un vaivén lento, para que me deseara aún más, levantó su cara para verme y pedirme que lo hiciera más fuerte, me acerqué a besarla y tomé su cabello con ambas manos, empecé a estirarlo a la vez que yo aumentaba el ritmo, ella gemía y pedía más, yo me sentía orgulloso porque al fin había logrado que demostrara su placer, le di nalgadas hasta dejarle el culo rojo, sus gemidos me volvían loco y al final salí antes de venirme, dejando todo en su culo y sus piernas, si ella tuvo o no un orgasmo en ese momento no me importaba, ambos lo habíamos gozado y con eso podría dormir en paz.
0 comentarios:
Publicar un comentario