quitandose la ropa, a los besos en frente a la webcam y posando en ropa interior. Otro video de algunos segundos
puedes ver este y más videos porno gratis on-line, simplemente haz click en play, porno gratis fácil!
Relato porno lésbico
Fue una noche cuando recibí un saludo por el chat, vaya sorpresa era Florencia de la cual no sabía nada en 20 ¡años! Nos saludamos y quedamos en vernos ese fin de semana en un bar cercano a mi apartamento.
Florencia y yo nos conocimos cuando teníamos 16 años, yo llegué a vivir en el mismo vecindario y nos volvimos amigas de inmediato. Pasábamos mucho tiempo juntas y nos contábamos todo, después de seis meses estábamos un día en mi habitación viendo una película y de pronto ella se recostó en mi hombro lo cual no era usual pero me pareció bien, pasaron unos minutos y ella comenzó a acariciar mi mano y se sentía agradable, claramente me relajé y dejé que ella continuara, luego me empezó a subir su mano hacia mi cintura y luego hacia mi estómago, realmente yo estaba relajada y dejé que siguiera su recorrido hacia mis senos, la sensación era tan agradable que realmente deseaba que continuara, ella tenía un aroma delicioso a vainilla y sus manos las movía suavemente sobre mi ropa, luego Florencia comenzó a desabotonarme muy despacio la blusa y me corrió mi brassiere dejando que se vieran mis pezones, colocando sus labios cálidos sobre ellos, ella me besaba tan dulcemente que me dejé llevar cerrando mis ojos y sintiendo tantas ganas de que me quitara toda la ropa, en ese momento golpearon mi puerta y de un salto las dos salimos de la cama...
Después de esto ella y yo no volvimos a vernos de la misma forma y yo me sentía seriamente confundida con la situación por lo cual yo decidí evitarla por completo...
Era Viernes y el reloj marcaba las 8 pm yo llegué al bar como lo habíamos planeado y recordaba ese último momento que compartimos ella y yo con un poco de desconcierto pero también con emoción me acerque a la barra y ella estaba igual la chica de pelo castaño, largo de piel blanca y ojos miel con su agradable sonrisa me abrazó, nos sentamos y pedimos dos copas de vino, hablamos un rato de nuestras vidas durante este tiempo, realmente era súper agradable nuestra conversación, de pronto y por culpa de los vinos nos quedamos en silencio y nos miramos fijamente cuando ella me dice ¿te acuerdas esa tarde? y yo sentí que la sangre me llegaba a la cabeza y en mi estómago sentí esa sensación de mariposas revuelto con malicia y sonreí diciendo ¡claro que me acuerdo!
Ella también sonrió con cara de hablemos de eso ya que nunca tocamos el tema y bueno, ella me dijo, si aquella tarde no hubiesen tocado la puerta, estarías conmigo ahora, es decir no nos hubiéramos separado nunca. No sé qué pasó en ese momento pero no solo mi cuerpo se estremeció también mi corazón saltó, ella continuó diciendo; tocarte fue tan maravilloso que aún hoy pienso en ese momento y mi cuerpo se ¡estremece!
Yo estaba absolutamente absorta en su boca tan sensual y roja, cada palabra que decía me hacía sentir tan emocionada hasta el punto de querer saltar encima de ella, las copas de vino y su picardía recordando esa tarde me hicieron pensar en el que pasaría si la invitara a mi apartamento...
Luego ella decidió acercarse un poco más y me acarició mi mejilla diciendo háblale a mi boca, sus palabras fueron fuego, decidí entrar en su juego y también me acerqué a su boca y le dije ¿qué tal otra copa en mi apto?
Ella sonrió y muy, muy cerca de mi boca dijo, esta vez quiero quitarte no solo tu blusa... Entramos a mi apartamento, lo primero que hice fue encender la chimenea, por supuesto serví unos vinos y nos sentamos en el sofá, y nuevamente empezamos a hablar de lo interesante que era vernos esa noche, ella hizo un comentario de lo bien que me veía con la luz que la chimenea reflejaba en mi cara y como se me iluminaba la cara, que le encantaba la forma de mis cejas y cómo se iluminaban mis ojos cada vez que ella me decía te ves hermosa.
Luego de dos copas de vino se aproximó a mis labios y me dijo nuevamente escúchame con tu boca...
Yo me sentía tan excitada que crucé las piernas para controlarme un poco ya que sentía una palpitación entre ellas que casi se notaba.
Luego, ella me acarició mi mano tal como lo hizo tiempo atrás, tan suave que cerré los ojos, el contacto de su piel con la mía me hacía casi explotar de tanta emoción, lentamente comenzó a subir sus dedos sobre mi blusa y tal como la primera vez, desabotonó uno a uno cada botón despacio pero tan sensual que yo quería arrancarla.
Llegó a mis senos y lentamente, corrió mi brasier para tocar mis pezones con la punta de sus dedos suaves y cálidos, lentamente los acariciaba con tanta sensualidad que casi me hace explotar de deseo por besarla.
Con cuidado me fué quitando mi blusa para quedar expuesta a lo que ella quisiera hacer conmigo...
Me miró y su cara se acercó a la mía hasta que su olor se mezcló con mi aliento, mis labios estaban tan ansiosos de sentir los suyos, solo pensar en el roce de su lengua con la mía me estaba enloqueciendo de placer.
Al sentir que su lengua comenzó a rozar mi boca, la excitación era tan grande que comencé a rozar su espalda con mis dedos muy despacio y decidí desabrochar su brasier, al caer, deseaba tocar sus senos paraditos y sus pezones tan suaves que no quise ser más racional y me deje llevar.
Las ganas de sentirla eran tan infinitas que mis deseos de sentirla iban tan despacio porque no quería que ese momento se acabara.
Ella por su parte posó tan suavemente su lengua en mis labios y su sabor era tan dulce que yo solo podía saborear y morder suavemente sus labios que sabía deseaba tenerme totalmente.
Sentí como lentamente mi brasier caía y desabotonaba mis jeans, por lo cual me recosté en el sofá sin reserva deseando que me los quitara rápidamente, su mano subía entre mis piernas con alevosía para tocar suavemente mi vulva que estaba mojada de solo pensar en lo que ella estaba haciendo.
Sus dedos me acariciaron tan suavemente que me hacían mojar de tanta excitación. Entonces ella me dijo que me relajara, y lentamente Florencia besó mi cuello para bajar hacia mis senos, yo sentía su aliento tibio en mis pezones para luego chuparlos con deseo.
Posteriormente deslizó su lengua hacia mi ombligo mientras que halaba mis jeans para quitármelos, una vez desnuda comenzó a tocarme con sus manos el interior de mis muslos para separarlos, luego colocó su boca entre mis piernas y lamia muy suavemente para penetrar su lengua en mi vagina mientras acariciaba mis nalgas.
Yo me movía sin control y agarraba su cabeza para que siguiera besándome aún más fuerte... tenía tantas ganas de llegar en su boca que finalmente no pude esperar más... estaba totalmente mojada.
Luego Florencia se montó encima mío, pasó una pierna por debajo de mi cuerpo mientras acercaba su vulva a la mía y comenzó a mover su cadera rozando sus labios húmedos y calientes con los míos, de tal manera que rápidamente Florencia tuvo un orgasmo tan explosivo que con solo verle su rostro de placer también sentí que volvería a llegar al sentir su clítoris moviéndose de la manera en la que se movía junto al mío.
La bese en la boca, su lengua jugaba con la mía y luego de ese beso final, nos miramos y sonreímos.
Decidimos descansar un poco sin decir palabra, solo nos acariciamos hasta quedarnos dormidas.
Después de esa noche no volví aceptar sus invitaciones porque tuve miedo de admitir que lo que sentí esa noche fue muchísimo más intenso que lo que mi novio me hacía sentir aun después de un ¡viagra!
